Es un modelo atómico o teoría sobre la
estructura interna del átomo propuesto por el químico y físico
británico-neozelandés Ernest Rutherford para explicar los resultados de
su "experimento de la
lámina de oro", realizado en 1911.
El modelo de Rutherford
fue el primer modelo atómico que consideró al átomo formado por dos partes: la
"corteza", constituida por todos sus electrones, girando a gran
velocidad alrededor de un "núcleo" muy pequeño; que concentra toda la
carga eléctrica positiva y casi toda la masa del átomo.
Rutherford llegó a la
conclusión de que la masa del átomo se concentraba en una región pequeña de
cargas positivas que impedían el paso de las partículas alfa. Sugirió un nuevo
modelo en el cual el átomo poseía un núcleo o centro en el cual se concentra la
masa y la carga positiva, y que en la zona extranuclear se encuentran los
electrones de carga negativa.
HISTORIA
Antes de que Rutherford
propusiera su modelo atómico, los físicos aceptaban que las cargas eléctricas en el átomo tenían
una distribución más o menos uniforme. Rutherford trató de ver cómo era la
dispersión de las partículas alfa por parte de los
átomos de una lámina de oro muy delgada. Los ángulos resultantes de la
desviación de las partículas supuestamente aportarían información sobre cómo
era la distribución de carga en los átomos. Era de esperar que, si las cargas
estaban distribuidas uniformemente según el modelo atómico de Thomson, la mayoría de las
partículas atravesarían la delgada lámina sufriendo sólo ligerísimas
deflexiones, siguiendo una trayectoria aproximadamente recta. Aunque esto era
cierto para la mayoría de las partículas alfa, un número importante de estas
sufrían deflexiones de cerca de 180º, es decir, prácticamente salían rebotadas
en dirección opuesta a la incidente.
Rutherford pensó que esta
fracción de partículas rebotadas en dirección opuesta podía ser explicada si se
suponía la existencia de fuertes concentraciones de carga positiva en el átomo.
La mecánica newtoniana en conjunción con
la ley de Coulomb predice que el
ángulo de deflexión de una partícula alfa relativamente liviana por parte de un
átomo de oro más pesado, depende del "parámetro de impacto" o
distancia entre la trayectoria de la partícula y el núcleo
se deduce que el
parámetro de impacto debe ser bastante menor que el radio atómico. De hecho el
parámetro de impacto necesario para obtener una fracción apreciable de
partículas "rebotadas" sirvió para hacer una estimación del tamaño
del núcleo atómico, que resulta ser unas cien mil veces más pequeño que el
diámetro atómico. Este hecho resultó ser la capacidad uniformable sobre la
carga positiva de neutrones.
IMPORTANCIA DEL MODELO Y LIMITACIONES
La importancia del modelo
de Rutherford residió en proponer por primera vez la existencia de un núcleo en
el átomo (término que, paradójicamente, no aparece en sus escritos). Lo que
Rutherford consideró esencial, para explicar los resultados experimentales, fue
"una concentración de carga" en el centro del átomo, ya que sin ella,
no podía explicarse que algunas partículas fueran rebotadas en dirección casi
opuesta a la incidente. Este fue un paso crucial en la comprensión de la
materia, ya que implicaba la existencia de un núcleo atómico donde se
concentraba toda la carga positiva y más del 99,9% de
la masa. Las estimaciones del núcleo revelaban que el átomo en
su mayor parte estaba vacío.
Rutherford propuso que
los electrones orbitarían en ese espacio vacío
alrededor de un minúsculo núcleo atómico, situado en el centro del átomo.
Además se abrían varios problemas nuevos que llevarían al descubrimiento de
nuevos hechos y teorías al tratar de explicarlos:
· Por un lado se planteó el problema de cómo
un conjunto de cargas positivas podían mantenerse unidas en un volumen tan
pequeño, hecho que llevó posteriormente a la postulación y descubrimiento de
la fuerza nuclear fuerte, que es una de las
cuatro interacciones
fundamentales
· Por otro lado existía otra dificultad proveniente de
la electrodinámica clásica que predice que una
partícula cargada y acelerada, como sería el caso de los electrones orbitando
alrededor del núcleo, produciría radiación electromagnética, perdiendo energía y finalmente
cayendo sobre el núcleo. Las leyes de Newton, junto con las ecuaciones de Maxwell del electromagnetismo aplicadas al átomo de Rutherford llevan
a que en un tiempo del orden 10, toda la energía del átomo se habría
radiado, con la consiguiente caída de los electrones sobre el núcleo.2 Se trata, por tanto de un modelo
físicamente inestable, desde el punto de vista de la física
clásica.
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